30

hoy me miro y sé que son treinta ya, que ya no sueño lo que soñaba, que ya no espero lo que no hay que esperar, que mis sueños no son grandes, ni demasiados, y que respiran tranquilidad.

hoy me miro y me admito a mi misma que todo está bien, que no quiero nada que no tenga, que no envidio a nadie, y que no pido mas.

hoy me miro y me sonrio desde el espejo, tranquila por fin, con treinta, porque no está mal, porque no se ha acabado el mundo, porque no me arrepiento de nada y porque todo, todo, es como yo quería, aunque puede que hasta ahora no me hubiese dado cuenta, con el miedo que le tenía a la crisis de los treinta.